Desde el inicio del cotejo el conjunto potosino tomó las riendas del partido y ello le permitió jugar a placer ante un equipo que quedó aturdido por la forma de juego que planteó Giovanny Vargas.
En el primer cuarto Calero mostró un juego compacto y explosivo que le sirvió para ponerse al frente en el marcador por 27 a 18. Pero la diferencia de nueve unidades no significaba nada por ello en el segundo cuarto el plantel local fue mucho más letal en el campo de juego.
El segundo cuarto quedó 34 a 17 a favor de los calereños, estirando a 26 puntos la diferencia con su rival en el global que acabó 61 a 35.
Vargas sabe que en esta ronda no se puede dar el lujo de sufrir alguna baja por lesión o desgaste físico por ello en el tercer cuarto optó por hacer algunas variantes en el quinteto inicial, ya pensando en la revancha que jugará el campeón nacional la siguiente semana en Quillacollo.
El tercer cuarto volvió a favorecer a los locales por 30 a 29, dejando el global 91 a 63.
La diferencia de 28 puntos que tenía el campeón nacional le dio la tranquilidad necesaria al técnico nacional para jugar el último cuarto en la que dispuso dar descanso a los habituales titulares y meter a los jugadores locales para que agarren ritmo de competencia de cara a la recta final del certamen nacional.
Peñarol aprovechó esta ventaja para acortar la diferencia en el marcador, pero pese al esfuerzo la visita no pudo revertir el resultado en contra y terminó perdiendo 114 a 101, lo que lo obliga a ganar sus dos cotejos de local para forzar a un quinto partido.
Por ahora el conjunto de Calero tomó la delantera en la ronda eliminatoria y tiene la posibilidad de conseguir su boleto a la fase semifinal en Quillacollo, donde debe ganar uno de los dos cotejos programados por la comisión técnica de la FBB.
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