Con esa mentalidad, el club de Quillacollo trabaja diariamente para que sus jugadores agarren ritmo y “arrollen” a CAN de Oruro, su rival en el inicio de la cita. El cotejo está programado para el siguiente sábado.
El club valluno se ha reforzado y contará con el cubano Yordanys Jaca, quien fue parte de su selección durante 11 años, además de haber sido el máximo encestador en su paso por el baloncesto de Nicaragua. Mide 1.99 metros.
El segundo refuerzo “de jerarquía” es el venezolano Gregory Curvelo, quien destacó en su país y en Perú. De igual forma tiene una altura de 1.99.
La tercera incorporación es la de Reimer Machado, jugador de 1.88 metros que destacó en Perú y Venezuela, al igual que Curvelo.
Los tres ya están en Cochabamba, pues llegaron el pasado fin de semana, y se sumaron a las prácticas del elenco valluno, en el que está también el refuerzo valluno Diego Choco Olguín, seleccionado Cochabamba y Bolivia. Además, son parte del club destacados basquetbolistas locales, que en esta oportunidad intentarán brillar.
Marcelo Thames, jugador y colaborador del club, informó que la entidad tiene las aspiraciones “muy altas”, y que la consigna es llegar este año a la final y superar lo realizado en 2018 cuando llegaron a las semis.
Para esta apuesta, la directiva del club invertirá más de 15 mil dólares, que cubrirán los gastos de viajes, indumentaria, entrenamientos y algunos incentivos al club.
“Hemos notado mucho el apoyo de los quillacolleños, entonces queremos ser dignos representantes. Este año recién está habiendo apoyo de las empresas, pues anteriormente el presidente era quien pagaba todo. Estamos con las pilas puestas”, dijo Thames.
El club está a la espera de definir si utilizará el Polideportivo Olímpico de Quillacollo o el coliseo Max Fernández. En este último verán si el Servicio Departamental del Deportes (Sedede) no sube el precio de alquiler. En caso de ser así, se inclinarán por el Monumental.
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