Nuevamente los errores técnicos y la falta de actitud de gran parte del plantel terminaron pasándole la factura al bicampeón nacional que cede terreno en su lucha por retener el título.
En gran parte del cotejo, el equipo potosino estuvo poco certero en los lanzamientos de corta y larga distancia y a ello se sumó la pasibilidad del estratega Sandro Patiño en la lectura del encuentro.
Por su parte, Amistad demostró ser un hueso duro de roer para cualquier plantel y, en base a un juego inteligente, logró complicar al local desde el primer minuto de juego.
El partido arrancó con un quinteto chuquisaqueño hambriento de hacerse del triunfo y con un Calero timorato que no pudo reaccionar a las embestidas de los visitantes.
El primer cuarto quedó emparejado a 16 puntos, resultado que no gustó a la visita por todo lo hecho dentro del campo de juego.
Con un juego mucho más punzante, Amistad logró liquidar a su rival en el segundo cuarto. Este chico, la visita ganó 22 a 13 dejando el global 38 a 29.
Los nueve puntos de diferencia fueron suficientes para que Amistad controle los dos últimos cuartos.
Calero no logró reaccionar ante la adversidad y, con un juego cansino, afrontó el tercer cuarto el cual ganó 18 a 17 pero, en el global, Amistad seguía al frente por 55 a 47.
La desesperación se apoderó de los locales en el último cuarto en el cual trataron de dar la vuelta el resultado pero la falta de efectividad era más evidente en los jugadores del cuadro local.
Amistad aprovechó todas las falencias del cuadro local para irse al frente del ataque y así consolidar su primera victoria de visitante en la novena edición de la Libobásquet.
Al final del cotejo, el marcador quedó 76 a 71 a favor de Amistad que se convierte en el escolta del líder del grupo “A”, Pichincha.
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