jueves, 20 de julio de 2017

Veizaga sigue entrenando y se probará en la Argentina

Axel Veizaga no piensa bajar los brazos. En sus planes no figura la opción de rendirse. Tras conocer, en las últimas horas, que fue suspendido para jugar junto a Calero en lo que resta del torneo correspondiente a la Liga Boliviana de Baloncesto (Libobasquet), el cochabambino decidió no cesar sus entrenamientos.

Su habilitación irregular en la institución, entendida así por el Consejo Superior de la Federación Boliviana de Básquetbol (FBB), que determinó dar curso al dictamen del Tribunal de Justicia Deportiva), lo aparta del campeonato local.

Este medio lo contactó ayer, precisamente minutos después de que finalizara su práctica en Potosí. Mediante la comunicación telefónica, el alero relató que mantendrá la intensidad de sus ensayos, con el objetivo de “probar suerte” en septiembre en un club de la segunda división de la Argentina.

Hasta que ello suceda, pretende acceder al permiso de entrenar junto a algún combinado de asociación y, además, cumplir con el contrato que estableció con la dirigencia del plantel potosino.

La vinculación acabará en septiembre y se siente muy “respaldado” por quienes quisieron contar con sus servicios.

“Voy a seguir yendo al gimnasio y a practicar con el equipo. No puedo dejar que esto me bajonee. Esperemos que todo salga bien. No hay nada que hacer. Debo aceptarlo, nada más”.

El jugador, de 21 años, explicó lo siguiente, con relación a su ambición futura: “Me iré a la Argentina, a la segunda división. Un amigo me está haciendo el charle para que me pruebe”.

Vive en Potosí hace cuatro meses, tiempo en el que fue fichado por el conjunto de Calero.

Todo iba de maravilla, hasta que su presentación en el plantel fue observado e impugnado por Pichincha, CAN y Peñarol, elencos que entendieron que Veizaga no estaba habilitado correctamente, pues poco antes formó parte del quinteto valluno de San Simón, dirigido por Sandro Patiño.

Con respecto a su adaptación en el departamento, el basquetbolista contó que fue “complicado” al principio. Sobre todo por la lejanía de su familia y las comidas, a las que no se hallaba acostumbrado.

“Me costaba habituarme al clima y la comida. Uno tiene su casa. Extraño demasiado Cochabamba”.

Continuar es su consigna. Y se encuentra a la espera de que el Tribunal Constitucional de Sucre revise por completo el amparo que interpuso.

Hace algunas semanas, el presidente de la FBB, Marco Arze, se había mostrado inquieto por el asunto y expresó que el titular de la Confederación Sudamericana, Gerasime Bozikis, aconsejó al cochabambino “dejar” la Libobasquet.

También había mencionado que “lo mejor” sería que Veizaga pusiera fin al proceso mediante la justicia ordinaria, a fin de evitar una posible suspensión internacional.

Lo cierto es que el jugador no abandona sus sueños. Su objetivo es seguir por el camino de la perseverancia.

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