Calero tuvo que extremar todo sus recursos para salir airoso de la contienda ante los cochabambinos quienes sorprendieron a su rival en los dos primeros cuartos.
Rubair mostró una cara diferente al primer partido, fue mucho más punzante en ofensiva y contó con la efectividad en los lanzamientos de larga distancia que complicaron al local.
El primer cuarto favoreció a la visita 22 a 18 y puso puntos suspensivos al cotejo.
En el segundo cuarto el campeón nacional logró reaccionar ante la embestida de Rubair. Con un juego mucho más solvente Calero dio la vuelta el resultado adverso que tenía y ganó por 26 a 21 dejando el global 44 a 43.
Los dirigidos por Giovanny Vargas sabían que no podían relajarse y con esa mentalidad entraron a jugar el tercer cuarto en el que mostraron todo su potencial.
En este cuarto Calero fue una aplanadora y logró sacar 18 puntos de diferencia a su rival (37 a 19) y dejó el global 81 a 62 con lo que devolvió la tranquilidad a su parcialidad.
Este resultado puso por los suelos los ánimos de los jugadores de Rubair, que no lograron entender como se les fue de las manos la victoria que conseguían.
En el último cuarto Calero mantuvo el ritmo de juego que le sirvió para conseguir su segundo triunfo de local en la ronda semifinal de la Libobásquet.
LO NEGATIVO
El dato negativo de la noche se registró a minutos de que se inicie el cotejo, los problemas en los tableros de 24 segundos originaron que el compromiso se retrase 15 minutos.
Los técnicos del Sedede trataron de solucionar el problema, pero pese a todos los intentos que hicieron no lograron habilitar estos tableros, por lo que el veedor conjuntamente los árbitros decidieron que el control de los 24 segundos sea anunciado mediante el sistema de amplificación.
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