"In extremis", así venció (70-73) ayer San Simón a Peñarol en el coliseo Max Fernández de Quillacollo, en el partido que corresponde al grupo A de la Liga Boliviana de Básquetbol (Libobásquet).
El angustioso triunfo cosechado por el plantel de San Simón lo encarrila otra vez por la senda de la victoria, y con grandes perspectivas de conquistar el tricampeonato, aunque para plasmar ese objetivo deberá vencer otros escollos más, como el de anoche.
El conjunto dirigido por Sandro Patiño comenzó la brega imponiéndose con un 26-10 en el primer cuarto, merced a la efectividad de sus integrantes en los lanzamientos.
Sin embargo, en el segundo capítulo de la contienda, Peñarol, con el empuje de su afición, reaccionó y se acercó peligrosamente en el marcador a los cochabambinos. El estadounidense Watson fue el artífice para que el plantel quillacolleño termine este periodo a tres puntos de su rival (35-38).
El rendimiento intermitente de Peñarol lo transportó en el tercer cuarto a ceder terreno, tanto así que terminó 10 puntos atrás del quinteto universitario (51-61), pese a que en algunos pasajes del cotejo estuvo arriba en el "score".
El final fue de infarto, simplemente porque Peñarol no bajó los brazos y, en base a garra, acortó la brecha de 10 a dos puntos en el marcador, provocando el delirio en sus parciales, quienes alentaron a voz en cuello a su plantel en los tramos finales de la brega. Los nervios y errores en la marca terminaron por condenar al equipo gualdinegro a caer en el epílogo del encuentro con un 70-73.
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