Una Libobasquet sin pena ni gloria para los tarijeños

La presente versión de la Liga Boliviana de Básquet (Libobasquet) ya no tiene representantes tarijeños en competencia,

Vikingos y La Salle quedaron fuera en cuartos de final, el nuevo campeón saldrá de Potosí, Oruro o Cochabamba.

Tarija siempre supo ser animador del principal certamen de básquet de Bolivia, instalándose por lo menos entre los cuatro primeros, esta versión fue diferente y los representativos chapacos pasaron sin pena ni gloria en el certamen. Mostraron buenos partidos de local, pero el quiebre fue afuera, consiguieron muy pocos resultados positivos en condición de visitante y eso mermó en la lucha por el “Bi” para Vikingos y el “Tri” para La Salle.

En fase de grupos les alcanzó la fortaleza en el coliseo Guadalquivir para instalarse entre los ocho mejores, pero en la eliminación mano a mano, les pesó no poder hacer frente en Potosí ante Pichincha para Vikingos y en Cochabamba contra San Simón para La Salle, elencos con los que terminaron siendo eliminados en cuartos de final de los play-offs.

Primera fase

Los números en primera fase indicaron que La Salle fue más regular que Vikingos, si bien estuvieron en series diferentes, los lasallanos culminaron su grupo segundos, con 8 victorias y 4 derrotas, en una tabla general imaginaria uniendo la zona A y B, fueron el tercer mejor equipo de la primera fase; por su parte Vikingos tuvo más problemas para pasar porque ingresó a la segunda instancia como cuarto de su grupo habiendo cosechado en esta etapa 6 victorias y 6 derrotas, y en la imaginaria general fue el octavo equipo.

Clásico para la historia

Quedará en la retina del colectivo “basquetbolero” el segundo clásico inter series que disputaron Vikingos y La Salle, se jugó a coliseo repleto, hubo pica entre los protagonistas que jugaron con el máximo de sus revoluciones, y como condimento final, el duelo en tiempo reglamentario terminó 109-109 extendiendo a over-time el compromiso, instancia donde fueron los vikingos mejores.

Cuartos de final

La Salle emparejó con San Simón en esta fase que premiaba al mejor de tres partidos con el pase a semifinales. El equipo tarijeño hizo un buen partido de visitante, pero no pudo sellarlo con un triunfo y de Cochabamba volvió con las manos vacías. En el segundo compromiso, jugó muy atado con la ansiedad, en lugar de serenarse para forzar a un tercer partido, entró en el juego de los cochabambinos y ni siquiera consiguió ganar de local, 2-0 la serie y eliminado del torneo.

Los técnicos

El tema entrenadores fue movido, hubo cambios en medio torneo en los dos elencos que apostaron siempre a estrategas extranjeros.

La Salle inició con el español Ignacio Domínguez, que a mitad de torneo fue movido de su cargo por rendimiento según informó en su tiempo la dirigencia de esa institución. En su reemplazo llegó el argentino Juan Siemienczuc, quien estuvo el último tramo de la fase inicial y en play-offs de cuartos de final.

Vikingos tuvo en casi toda la fase de grupos a excepción del último partido al entrenador venezolano Roberto Rojas, pero este por motivos personales tuvo que dejar el cargo y contrataron para la segunda rueda al argentino Oscar Coronel.

Planteles

Se puede dividir a las plantillas de jugadores en nacionales y extranjeros. Con los refuerzos internacionales La Salle más que Vikingos, pero al fin ambos tropezaron con lesiones de estos jugadores, quienes en líneas generales terminan siendo claves para el planteamiento de un partido, cambios entre torneo y adaptaciones más engranajes forzados para los que llegaban fue un común denominativo en esta Libo.

En cuanto a los jugadores locales, se puede destacar la promoción de nuevos valores, se terminaron ciclos, el caso más puntual el retiro de Daniel “Chino” Fernández, pero paralelamente fueron teniendo su espacio jugadores jóvenes como Magnus en La Salle o Valenzuela en Vikingos por mencionar algunos.

Esfuerzo económico

Fue una versión donde los equipos tarijeños estuvieron en el limbo económicamente hablando toda la temporada, el poco apoyo institucional más los contados acuerdos con empresas del medio, hicieron que la taquilla pase a ser el ingreso económico más fuerte que tenían para apalancar los egresos. Hubo respuesta de la gente en los partidos más importantes y eso maquilló una gestión donde no sobró nada ni el no monetario, ni deportivo.