La Liga Boliviana de Básquetbol (Libobásquet) da pasos agigantados en su camino rumbo a la profesionalización en el mediano plazo, luego de establecerse en 2014 como la primera división del deporte de la canasta.
Además de crear una liga competitiva con 12 clubes, la directiva de la Federación Boliviana de Básquetbol (FBB) implementó una medida digna de ser emulada por otras instituciones, tal es el caso de la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB).
Esta medida establece que los equipos participantes de la Libobasquet tienen como límite un techo presupuestario para contratar a los refuerzos extranjeros (máximo tres por equipo) que no deben percibir un sueldo mensual superior a los 2.000 dólares.
“El objetivo es llegar a la profesionalización y se requieren verdaderas instituciones”, asevera Gustavo Carmona, secretario General de la FBB.
A juicio del dirigente federativo, esta medida permitirá potenciar a los clubes con refuerzos de calidad y en igualdad de condiciones con los demás participantes de la Libobásquet.
Este ejemplo de “uniformizar los gastos” y evitar “inflación” en el mercado del baloncesto nacional nace desde la política de la National Basketball Association (NBA, por sus siglas en inglés), la mejor liga del baloncesto en el planeta.
“En la NBA se maneja un tope salarial, los mismos jugadores saben que pueden jugar en cualquiera de los equipos participantes”, añade Carmona.
Sobre el mínimo que un jugador (refuerzo) extranjero podrá ganar, el dirigente sostiene que cada club deberá acordar el mismo con el refuerzo.
Un aspecto no menor es que todo jugador foráneo deberá presentar un certificado que avale su registro como integrante de su federación de origen.
Todo esto se verá respaldado con el “fair play” financiero, un capítulo del reglamento que establece la lealtad y fidelidad que deben tener los clubes para competir en igualdad de condiciones.
Orlando Almanza, presidente de Peñarol de Quillacollo, aplaudió la decisión del Consejo Superior, empero, advirtió que en la práctica esto puede ser distinto.
“Es una gran medida, pero en la práctica podría no ser así. Nosotros nos manejaremos bajo esa política, aunque hay otros clubes que en su afán de conseguir un refuerzo ofrecen un ‘poco más’”, sostuvo Almanza.
Con el propósito de evitar este extremo, el secretario general de la FBB, explicó que se creó un equipo jurídico que estará al tanto de revisar los contratos que cada club firme con sus refuerzos internacionales.
Aprendizaje
A lo largo de los dos torneos de 2014, las primeras experiencias de la Libobásquet dejaron importantes enseñanzas a todos los clubes participantes.
El mantener una planilla sin respaldo económico y con esfuerzos personales llevaron al Consejo Superior efectuado el 28 de febrero, a establecer el mencionado techo presupuestario.
En algunos casos se evidenció una marcada supremacía de los clubes La Salle (TRJ) y Amistad (CHU) sobre otros quintetos de la Libobásquet.
Otro ejemplo a tomar en cuenta es el superávit conseguido por el club Pichincha (PTS), que en la primera versión de 2014 llegó a recaudar 90.000 bolivianos, producto de la asistencia media de 8.000 espectadores en cada uno de los cinco encuentros que le tocó jugar de local.
No obstante, el club invirtió todo el dinero en refuerzos de primer nivel para ser ganador de la segunda versión, pero no consiguió resultados positivos y quedó eliminado en la primera fase y menguó su ganancia.
Bolivianos, en proyecto
Si bien la medida se aplica por el momento a los jugadores foráneos, la FBB también proyecta que paulatinamente se consiga que todos los basquetbolistas bolivianos percibir un sueldo de manera permanente y se dediquen de lleno al baloncesto.
Por ahora, son pocos los nacionales que tienen un sueldo o un respaldo económico. La gran mayoría juega “por amor al deporte”. Es el otro reto a futuro.
Dos Torneos de la Liga Boliviana de Básquetbol (Libobásquet) se disputarán en la temporada 2015. Uno llamado Apertura, cuyo inicio está pactado para el 10 de abril y un certamen Clausura (con fecha aún por definir), ambos están confirmados en el segundo año de existencia de la Libobásquet.
OPINIONES
Gustavo Carmona. Secretario Gral FBB
El objetivo es llegar a la profesionalización. Queremos que los 12 clubes tengan las mismas oportunidades y que no haya inflación como sucede con los clubes de fútbol
Orlando Almanza. Presidente de Peñarol
Es una gran medida, pero en la práctica no podría ser así. Aún así esperamos que se pueda tener respaldo y que se aplique el fair play financiero establecido
Espectáculo
Un aditamento especial que tiene el baloncesto es el espectáculo, que no solamente pasa por el juego y la adrenalina que generan las contiendas.
Según Gustavo Carmona, secretario general de la FBB, se sugirió a todos los clubes participantes de la temporada 2015 de la Libobásquet que recurran a un espectáculo extra en el medio tiempo o tiempo fuera durante un compromiso oficial.
Esto permitirá, según el directivo, un mayor acercamiento del público a los coliseos y otro motivo para que la empresa privada confíe en un proyecto que avanza a pasos agigantados pese a pasar sólo un año.
“El baloncesto tiene un plus: es espectacular con su juego y los shows que atraen al público”, dijo Carmona.
Proyecto LFPB
Desde la gestión de Mauricio Méndez, en la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB) se pregona sobre el techo presupuestario y el ajuste de las planillas de sueldos de cada club.
No obstante de que se planteó en varias reuniones del Consejo Superior reducir a 25 jugadores por plantilla, la inflación del balompié nacional continúa por un camino vertiginoso y ascendente, las entidades más grandes actúan en desmedro de aquellos denominados “chicos”.
El claro ejemplo del poderío económico de Bolívar contrasta con la crisis que afronta Sport Boys.
La nueva dirigencia de la Liga, a la cabeza del cochabambino Fernando Humérez retomó la iniciativa.
El plan y aplicación del fair play financiero de la Libobasquet, puede ser el camino a seguir.
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