El primer torneo de la Liga Boliviana de Basquetbol (Libobasquet) femenina -histórico en el país-, durará solo un mes, a diferencia de lo que ocurre con la rama masculina, que se extiende generalmente durante cuatro.
La Federación Boliviana de Baloncesto (FBB) tuvo que plantear el desarrollo del campeonato con dicha característica porque siente “temor” con relación a la poca espectacularidad que podría ofrecer el nuevo torneo, teniendo en cuenta que únicamente competirán cuatro equipos.
El titular de la FBB, Marco Arze, explicó ayer que la puesta en escena del campeonato servirá para evaluar la situación financiera de los clubes San Simón, Universidad Católica de La Paz, Alemán de Oruro y Universidad de Santa Cruz, que disputarán el primer título profesional del básquet femenino.
De acuerdo a lo plasmado en el reglamento, cada quinteto jugará un partido en calidad de local por semana y podrá contar con dos refuerzos extranjeros en la cancha.
“Tenemos que partir, valorar y ver cómo funciona. No sé si podremos tener el público que logramos en la versión masculina. La preocupación de la Federación es ésa”, indicó Arze con relación al evento que iniciará en febrero próximo.
Por su parte, el secretario general de la FBB, Gustavo Carmona, añadió que se disputarán hasta seis compromisos por semana, en la modalidad de todos contra todos, elemento que le brindará una cuota mayor de dinamismo al torneo “relámpago”.
SIN PRESUPUESTO San Simón, el campeón nacional en varones, es el único plantel cochabambino en la liga femenina. Sin embargo, su participación en el certamen es incierta debido a que la Universidad aún no presupuestó su participación.
El presidente del club universitario, Fernando Viscarra, advirtió que la Libobasquet requiere un gran esfuerzo. “Está muy bien que se abra la posibilidad de la rama femenina, pero es un esfuerzo grande. No lo hemos presupuestado”, dijo ayer.
De todos modos, Viscarra no cerró las puertas por completo. “Una vez que se formalice, lo analizaremos. Ojalá los recursos puedan acompañarnos”, expresó.
Según el representante del elenco universitario, el hecho de contar con jugadoras del exterior demandará un costo sumamente elevado porque no se trata “simplemente de traerlas”, sino que también hay que otorgarles vivienda y alimentación.
“Se las debe atender en buenos restaurantes porque requieren proteínas, entre otras cosas”, describió Viscarra.
El directorio del club podría hacerse cargo de una doble inversión, teniendo en cuenta que ya hay un representativo que juega en la versión masculina del campeonato.
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