martes, 18 de agosto de 2020

Josh Reaves pasó de ser un desconocido a ilusionar a todo un país desde la NBA

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Bolivia quedó sorprendida el lunes al ver al primer compatriota jugar en la NBA. Su actuación se resume en 14 minutos de juego y cuatro puntos anotados para los Dallas Mavericks en el triunfo ante los Jazz (122-114). La mejor liga del básquet mundial, parecía, hasta ese momento, reservada para estrellas de otros países. El que se encargó de demostrar todo lo contrario fue Joshua Alexander (Josh) Reaves, de madre boliviana, Liset Bravo, y de padre estadounidense, Michael Reaves (+).

Con 23 años, nacido en Fairfax (Virginia, EEUU) y con 1,93 metros de estatura, Josh pasó de ser un desconocido para la afición nacional a una figura a seguir en un deporte que probablemente ganará más adeptos en el país.

La vida de la familia Reaves-Bravo cambió. Su madre Liset, que radica en Virginia, comenzó a recibir un sinnúmero de llamadas de amigos y periodistas en busca de una entrevista con Josh, que debido a que la mayor parte de su vida la pasó en colegios privados y jugando básquet habla solo inglés, y entiende un poco de español, el idioma de su madre. Su único hermano, Michael, de 26 años y que jugó fútbol americano en los campeonatos universitarios, habla los dos idiomas.

Pese a que se dio por hecho que el debut oficial de Josh en la NBA fue el pasado lunes, la señora Liset aseguró que no fue así. “En realidad su primer partido con los Dallas fue en enero, cuando jugó un minuto, pero en tan corto tiempo pasó desapercibido. Para mí fueron lo máximo esos pocos segundos. Recuerdo que él estaba nervioso y se le trabó el botón del buzo cuando se cambiaba para ingresar”, sostuvo una emocionada madre, que es consciente de que su hijo está dando los primeros pasos en una liga de estrellas.

Josh se encuentra concentrado en Orlando donde se disputa una NBA encapsulada por el Covid-19.

A los cinco años en el básquet

Retrocediendo en el tiempo, Liset explicó que nació en La Paz y que luego se fue a vivir a Montero, entre sus 4 y 9 años. De ahí emigró a los EEUU donde conoció a su esposo, Michael, que había jugado básquet en las ligas universitarias estadounidenses y fue el que, a los cinco años, le comenzó a enseñar a jugar a Josh. “Cuando mi hijo tenía seis años, falleció su padre de un ataque al corazón, pero él ya estaba entusiasmado con este deporte”, recuerda.

El pequeño Josh destacó desde su niñez en el básquet, aunque también era bueno para el fútbol, donde jugaba de delantero. A los 13 años tuvo que decidirse por una disciplina. Eligió el baloncesto y empezó a destacar en los campeonatos colegiales y universitarios que disputó. “Él siempre practicaba atrás de la casa en una media cancha de básquet”, dijo Liset, que volvió dos veces a Bolivia desde su partida, una de ellas fue con Josh, cuando tenía seis años.

Antes de llegar a la NBA, el boliviano-estadounidense jugó cuatro temporadas en los Nittany Lions de la Universidad Estatal de Pensilvania, en las que promedió 8,9 puntos, 4,5 rebotes, 2,6 asistencias y 2,1 robos de balón por partido. Fue incluido en el mejor quinteto defensivo de la Big Ten Conference en sus dos últimas temporadas, y elegido mejor defensor de la conferencia en 2019.

Después de los cuatro años espectaculares vendría lo mejor. Josh disputó las Ligas de Verano de la NBA con los Dallas Mavericks, con los que en cinco partidos promedió 12,6 puntos, 4,8 rebotes y 2,4 asistencias. Por ello, el 29 de julio de 2019 firmó un contrato dual con los Mavs, que le permite jugar también en su filial de la G League, los Texas Legends.

Así llegó su debut el 2 de enero de 2020, aunque solo intervino un minuto en el partido que los Dallas derrotaron a los Nets por 122 a 111. Luego se dio la pandemia del Covid-19 que frenó a la NBA y recién tuvo la chance de mostrarse nuevamente el lunes. Así se reinicia su gran sueño de triunfar en la NBA.

Su gran ídolo es McGrady

El ídolo de Josh Reaves es Tracy Lamar McGrady, un exjugador de baloncesto que militó en los Toronto Raptors, Orlando Magic y Houston Rockets, entre otros. Con 2.03 metros podía jugar tanto de alero como de escolta. Está considerado entre los mejores 40 jugadores de la historia de la NBA.

En familia. Su madre, Liset Bravo y su hermano, Michael, de 26 años, están pendientes de Josh. Ellos confían en que se convertirá en una estrella de la NBA.

Sus raíces. Cuando es consultado sobre su nacionalidad, Josh afirma con orgullo que es boliviano.

Gusto. Entre sus platos preferidos que su madre le prepara están el silpancho y la salchipapa. También le gusta el churrasco con ensalada.

El dato. Los Dallas tienen un lugar en los playoffs de la NBA. Están entre los ocho mejores equipos de la Conferencia Oeste.

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